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domingo, enero 14, 2007

El gober precioso

El post no oficial

Primer Round (dic. 05). Una juez (Rosa Cecilia Pérez) cuelga el retrato del gobernador (Mario Marín) en el juzgado y recibe órdenes de él para consignar a una periodista (Lydia Cacho) por el contenido de su libro, como parte de un oscuro favor al empresario de la mezclilla (Kamel Nacif) quien ha comprado un gobernador, una juez y una procuradora incluidas, por camisetas, dinero en efectivo y dos botellas de cognac.



Segundo round. Según su propia voz, Nacif Borge, mediante amistades y contactos dentro de la cárcel, "recomendó" que encerraran a Lydia "con las locas y las tortilleras" para que fuera violada cuando ingresara a prisión. Le di un coscorrón a esa vieja, dice el gobernador Marín. -Tú eres el héroe de esta película, remata Nacif.


El coscorrón a esa vieja, cabe resaltar, sirve para proteger al pederasta Jean Succar Kuri, amigo de Nacif, quien ha comprado desde prisión el silencio de sus víctimas, y a quien mantienen encerrado un par de testimonios revelados en el libro "Los demonios del edén" de la periodista Lydia Cacho, a quien ha decidido castigar.


aquí el glosario completo del góber precioso y Kamel Nacif, por Denise Dresser.


Kamel Nacif


Tercer Round. El gobernador Marín, un misógino traficante de influencias, orador torpe y soez, defensor de pederastas, compra con cañonazos de cincuenta mil pesos a la prensa de Puebla y emprende su defensa mediática, pagando en publicidad de televisión y prensa más que la inversión estatal en Ciencia y Tecnología (El financiero).

Los empresarios, primero cristianamente indignados, luego oportunistamente lambiscones, perdonan a Precioso, quien reparte dinero público a diestra y siniestra como si fuera propio. Inaugura canchas de futbol, manda periodistas y columnistas a defenderlo; monta grandes dispositivos de seguridad para protegerlo en las concentraciones populares, invierte, promete, se toma fotos con líderes de la talla de FeCal.

Cuarto Round. ¿Que todo ha vuelto a la normalidad?

Un año después de la violación de las garantías de una periodista, podría usted preguntarse en qué clase de democracia vivimos; y calcule lo que será de usted o de mí, cuando seamos del desagrado del Precioso. ¿Nos echará a la prensa, a la policía, a los torturadores, a su servil aparato de justicia encima para darnos unos coscorrones?

2 comentarios:

rm dijo...

Excelente recopilación de hechos. Vale la pena este tipo de escritos por aquél mal que padecemos del olvido público.

Y Ulises que va por el mismo camino con sus cañonazos a la prensa.

Para eso nos ha servido el Ramo 33, comprar imagen de gobernadores que deberían estar encarcelados

Luis Ricardo dijo...

exactamente. mandémoslos al bote.